Cada año uno tiene que cumplir una serie de ritos que no se sabe porqué comienzan y se van continuando, uno de ellos es ir a ver a Metallica.
Metallica ofreció el 13 de Julio en Madrid un concierto grandioso en el Palacio de Los Deportes. Un despliegue de medios donde pudimos vibrar con un escenario redondo dotado de 6 micrófonos para cantar en cualquier lado y donde la batería rotaba 90 Grados cada media hora y donde a pie de pista y desde las gradas tienes a tus artistas preferidos a unas decenas de metros casi en cualquier momento, un punto de vista ideal por los 58€ que costó aprox. la entrada.
Con esta ventaja asumida se contaba también con un par de grupos trasheros como Lamb Of God y Mastodont como teloneros, mientras tanto fuimos a las afueras donde había ambientazo y en un lado de la entrada había un stand de Guitar Hero Metallica que hacía las delicias de los aficionados más jóvenes y no tan jóvenes, de hecho había un premio que era tocar una canción con Guitar Hero en el escenario de Metallica antes de los teloneros.
Una reunión de amigos con cerveza y alguno no tanta (tuve que conducir de vuelta) por los bares circundantes que estaban atestados desembocó en un delirio una hora antes del comienzo del acontecimiento principal, aprovechamos para comprar algún merchandising y hacernos a la idea de que una vez más íbamos a presenciar algo grande.
Tras escuchar la perfecta máquina pesada y potente de Lamb of God donde me trajo un recuerdo a los buenos tiempos de Machine Head procedimos a esperar mientras las estrellas se hacían de rogar.
Hubo pitos, chillidos, gritos… pero la intro de la banda sonora de «El bueno el feo y el malo» comenzó a sonar a modo de himno que era el previo a la aparición de esos cracks por los cuales no pasa apenas el tiempo. El sonido crecía en volumen y la expectación era total, rompió un previo de guitarra donde una malla de rayos lásers acompañaban una melodía ambientada con luces que dibujaban unos ataúdes que pendían del techo…
Un concierto vibrante, muchas canciones de su último álbum «Death Magnetic» que para muchos supone un renacer de la banda recuperando sus más antiguos instintos trasheros y abandonando la línea que han tenido sus últimos álbumes que iban en una línea más experimental y con un sonido muy distinto y que supuso un gran cambio y la furia de los fans tras el Álbum Negro.
Regresaron y regresaron con fuerza y garra, un grandioso concierto.