No llegamos a pensar ese sábado por la mañana que por un camino de tierra que partía desde el antiguo Puente de Hierro, ahora sustituido por un moderno puente con sus rampas, con un sol de justicia andaríamos un largo camino entre una jungla de cardos y ampliaríamos los 13 kms. que hay por carretera a nuestro destino hasta los 24 kms. que anduvimos por camino de tierra para llegar en unas condiciones casi de supervivencia para un par de domingueros ciclistas.
Finalmente hasta conseguimos regresar, eso sí, yo fui a limpiar la bici en la pistola de presión más cercana antes de aparcarla de vuelta, las cosas bien cuidadas.