Susan Graham y Plácido Domingo llevan los papeles principales de esta representación clásica de la tragedia griega. El tenor Paul Groves completa el elenco principal.
Libreto: Nicolas-François Guillard
Director Musical: Patrick Summers
Producción: Stephen Wadsworth
Diseño escenográfico: Thomas Lynch
Diseño de vestuario: Martin Pakledinaz
Diseño de luces: Neil Peter Jampolis
IPHIGÉNIE Susan Graham
ORESTE Plácido Domingo
PYLADE Paul Groves
THOAS Gordon Hawkins
Antes de la Guerra de Troya, Agamenón convoca al ejército griego en el puerto de Aulide. La diosa Diana envía vientos adversos para impedirles navegar. Su oráculo establece una condición: para ganarse el derecho de navegar en el mar y destruir un país inocente, Agamenón debe sacrificar a su propia hija. Él acepta los términos y mata a su joven hija Iphigénie en el altar. En su drama, Iphigenia in Tauris, Eurípides relata que Diana salva a Iphigénie y la lleva a un templo en la distante Táuride, donde la joven comienza a servir a los enemigos en Escitia como sacerdotisa de Diana– mientras tanto, la familia de Iphigénie la cree muerta.
Tras algunos problemas técnicos, leves y al principio, disfruté bastante de esta pieza musical más hacia el final que hacia el principio que me pareció el primer y segundo acto bastante aburridos por la línea argumental, demasiado mística para mi. Plácido Domingo sigue al pie del cañón con sus 70 años a un nivel muy bueno. Conocí a Susan Graham y Paul Groves, dos voces bien llevadas pero incrustadas en esta pieza de escenario único lo que hace más monótona la obra. La tragedia griega en la que todo sucede en el santuario de Diana.
Sería por la presencia de Plácido Domingo en la obra que la sala estuvo llena. Interesante.