Sueño que clavas mis muñecas en tu espalda
sellas mis labios a tu boca
me robas el aire lentamente
siento mis ojos inyectados y latentes…
Lágrimas que caen a un vaso
que no denotan sufrimiento
me sirven como medida
del vacío del universo.
Bajo del desván de los recuerdos
donde la gente no muere
pero narcotiza la realidad
y adormece la oscuridad.
Tormenta pasajera
que deja el aire limpio y calmado
un vendaval efímero
donde nadie reconstruye lo olvidado.
Soy el soberano
de mi negligencia a pensar con cordura
en los momentos de locura
que no astillarán mi pensamiento.
– N –