Escúpele en la cara,
nunca le volverás a ver
volverá a su reino de confort
donde no le importan más que dos.
Dos eran los hijos que no se fueron
cuatro los nietos que no nacieron
no le saquearon sus bienes
ahí yacerán, son sus huesos.
Salve a la honradez,
vive y deja vivir
es un fuego fátuo
que ni queriendo te quema
e ilumina a su manera.
Rompió la baraja
no hace trampas
no usa chistera
le gusta la magia
del viandante cualquiera.
Regresa a su cueva
hay cobijo y tartera
y una monotonía interesante
que hace su noche llevadera.
-N-