Evanescente

En una tarde de verano
mientras contemplaba el mundo
me preguntaba qué pasa
con el amor que llevamos dentro.

No hay peor egoísmo que quedárselo cada uno,
este tesoro queda desvirtuado encerrado.
Derramo una pizca, empiezo a exprimir el corazón
quiero iluminar cada sombra de este mundo.

Pienso en el amor por dar de las personas…
apenas un poco de cada uno…
el mundo sería fluorescente, no habría noche.
Te doy tanto como necesites, ya es tuyo.

No quiero llevarme ni una pizca
hoy es un buen día para empezar
este negocio económico de mirar a los ojos
y de sentir los latidos.

Dejaré brillar al mundo un día más,
dejaré mi destello en el firmamento
cuando esté preparado, no me rindo.
La mariposa quiso salir, ya sueña con volar.

-N-

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *