Originarios pobladores, por miles de años, sembrando la tierra, cazando para sobrevivir, haciendo su vida en su tierra, en su mundo. Todo esto ya es historia no muy lejana. El hombre relegó a sus orignales pobladores, tras años de asedio tecnológico y guerra donde un bando se defendía con las armas que le eran suficientes para matar bestias para comer: sólo arcos y flechas, por la otra parte estaba el progreso, armas de «defensa» usadas para conquistar, usurpar, relegar, masacrar y hacer prisioneros.
Procuro tener presente siempre que los AMERICANOS con mayúsculas, los escasos que quedan viven en reservas, miles de años de existencia que un poco de «progreso» los llevó al Apocalypto.
Lo que hoy conocemos no es más que los descendientes de colonos ingleses, franceses, españoles, italianos… que han hecho suyos en 500 años todo lo que allí hubo por milenios.
Sólo hay que mirar y reflexionar, no cometamos los mismos errores que en el pasado. El antiguo Oeste americano nunca fue como nos lo contaron las pelis de vaqueros.