Suena una trasnochada melodía
de un pobre violín que afina su agonía
mecido por el viento
sintiendo siempre el movimiento
me dirijo al horizonte
las estrellas son mi techo
el mar infinito es mi suelo
frágil mi mundo en miniatura
dejé la costa, ni me acuerdo
soy yo el que viaja
dentro de una botella sin dueño
con un mensaje escrito
en el idioma de los sueños.
-N-