Cuando no dices nada

En la aparente quietud de la inexistencia
roto ya casi todo con la colectiva consciencia
no hay claros en esta violenta tormenta
no hay predicción que adivine la próxima ultra-violencia.

Quiero una punzada para sangrar con palabras
no tengo derecho a recordar mis sueños, prohibido volar
solo me quedan cicatrices en los pensamientos
mal maquilladas con severa e irreverente rutina.

Llévame a la Torre de Marfil esta noche
no quiero que me consuma la nada
salvo y petrifico este embriagado momento
– ¡Eh! ¡ponme un trago de lo más duro que tengas!
– Toma: la vida. Invita la casa.

– N –

2 respuestas a «Cuando no dices nada»

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