Civilizaciones extraterrestres

El tema de la vida extraterrestre y la manera en la que contactarían, si quisieran hacerlo, con la nuestra siempre ha sido un tema que me ha hecho pensar, a razón de la serie reciente basada en la trilogía de libros «El problema de los 3 cuerpos» me ha hecho volver a mirar algunos conceptos que necesitaba refrescar todos referentes a este tema, algunos son la base del enfoque en la investigación sobre exobiología.

Ecuación de Drake

La ecuación de Drake es una fórmula propuesta por el astrónomo Frank Drake en 1961 como un intento de estimar el número de civilizaciones extraterrestres inteligentes en nuestra galaxia con las que podríamos potencialmente comunicarnos. La ecuación toma en cuenta varios factores, como la tasa de formación de estrellas en la galaxia, la fracción de estrellas con planetas, la fracción de planetas que podrían ser habitables, la fracción de planetas habitables donde se desarrolla la vida, la fracción de vida inteligente que desarrolla la capacidad de comunicarse, y la duración de la civilización tecnológica.

La ecuación de Drake se expresa de la siguiente manera:

N = R* × fp × ne × fl × fi × fc × L

Donde:

  • N = Número de civilizaciones en la galaxia con las que podríamos comunicarnos.
  • R* = Tasa de formación de estrellas en la galaxia.
  • fp = Fracción de estrellas con planetas.
  • ne = Número medio de planetas que podrían ser habitables por estrella.
  • fl = Fracción de planetas habitables donde se desarrolla la vida.
  • fi = Fracción de vida inteligente que desarrolla la capacidad de comunicarse.
  • fc = Fracción de la vida inteligente que desarrolla la tecnología necesaria para la comunicación interestelar.
  • L = Duración de la civilización tecnológica.

La ecuación de Drake es útil para estimar el número potencial de civilizaciones extraterrestres, pero debido a la incertidumbre en los valores de los parámetros, su utilidad es limitada y sigue siendo objeto de debate científico.

El resultado más conservador da miles de civilizaciones lo que haría perfectamente posible que estuviéramos recibiendo comunicaciones que no fuéramos posibles de detectar, incluso visitas discretas que no fuéramos capaces de observar.

Escala de Kardashev

La Escala de Kardashev es una forma de clasificar la civilización tecnológica de una sociedad basada en la cantidad de energía que es capaz de aprovechar y controlar. Fue propuesta por el astrofísico ruso Nikolái Kardashev en 1964 y consta de tres tipos principales:

Tipo I: Civilización planetaria capaz de aprovechar y controlar toda la energía disponible en su planeta de origen. Esto incluye el dominio de todas las fuentes de energía renovable, como la solar, eólica y geotérmica.

Tipo II: Civilización estelar que puede aprovechar y controlar toda la energía emitida por su estrella madre. Esto podría lograrse mediante la construcción de megaestructuras como esferas de Dyson alrededor de la estrella para capturar su energía.

Tipo III: Civilización galáctica capaz de aprovechar y controlar toda la energía disponible en su galaxia. Esto implicaría la capacidad de utilizar la energía de múltiples estrellas y sistemas solares a lo largo de toda la galaxia.

La Escala de Kardashev es útil para especular sobre el desarrollo futuro de la humanidad y otras posibles civilizaciones en el universo, aunque hasta ahora no se ha identificado ninguna civilización que cumpla con los criterios de los tipos II o III. En la serie «El problema de los tres cuerpos» se basa en un posible contacto con una civilización tipo II incluso III, al igual que la novela «Proyecto Hail Mary», muy recomendables en caso de tener interés en estos temas.

A la humanidad se le establece un nivel de 0.73 sin llegar a la I, quizá se alcance con avances sobre la fusión nuclear y algunas investigaciones en curso.

Un vídeo explicativo sobre estos tres tipos de civilizaciones.


Hay unos tipos de civilizaciones no propuestas por Kardashev sino por otros científicos que amplían la escala, totalmente imaginarias e indetectables por su avanzado nivel tecnológico.

Tipo IV: Puede controlar un supercúmulo de galaxias o lo que podría tomarse como utilizar la totalidad del universo. Podrían tener la capacidad de manipular el tiempo y el espacio, alterar las propiedades físicas de la materia. La potencia del universo visible está dentro de algunos órdenes de magnitud de 10^45 W.
Zoltán Galántai ha argumentado que tal civilización no puede ser detectada, ya que sus actividades serían indistinguibles de las obras de la naturaleza.
Michio Kaku en su libro Universos Paralelos, ha discutido una civilización de tipo IV (extragaláctica, que podría aprovechar las fuentes de energía «extra-galácticas», tales como la energía oscura).

Tipo V: Son civilizaciones tipo IV que extienden su control sobre colecciones de universos, multiversos entre los que pueden viajar, crear y destruir.

Leyes de Clarke

Las leyes de Clarke son tres principios formulados por el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke que describen cómo la tecnología y la sociedad pueden interactuar y evolucionar en el futuro:

  1. «La tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia»: Esta primera ley sugiere que cuando la tecnología alcanza un nivel lo suficientemente avanzado, puede parecer mágica para aquellos que no la comprenden. Clarke enfatiza que el progreso tecnológico puede ser tan sorprendente y revolucionario que las personas pueden percibirlo como algo sobrenatural.
  2. «La única forma de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos hacia lo imposible»: Esta segunda ley promueve la idea de la exploración y la innovación como medios para expandir los límites del conocimiento y las posibilidades humanas. Clarke anima a la humanidad a desafiar lo que se considera imposible y a buscar nuevas fronteras de la ciencia y la tecnología.
  3. «Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia, pero solo para las personas que no la entienden»: La tercera ley es una extensión de la primera, sugiriendo que si bien la tecnología avanzada puede parecer mágica para aquellos que no la comprenden, aquellos con conocimiento y comprensión de la ciencia pueden reconocerla como simplemente tecnología avanzada. Esta ley enfatiza la importancia del conocimiento y la educación en la comprensión de la tecnología y su potencial.

Las connotaciones de la tercera ley se podría aplicar a cualquier fenómeno «paranormal» que nos pueda suceder a nuestras apreciaciones sensoriales, dándose en un futuro explicaciones plausibles a tantos fenómenos hoy en día inexplicables.

Singularidad tecnológica

Este es el concepto que más me inquieta con solo pensarlo, es el momento en el que una Inteligencia Artificial [IA] pueda generar otra IA de nivel superior, dándose un concepto teórico llamado singularidad tecnológica en el que la evolución de las mismas IA sería exponencial y en la que el hombre como tal sería un actor secundario en la evolución de esa civilización pudiendo ser incluso erradicado si fuera necesario al suponer un obstáculo en esa propia evolución cibernética.
Este es el escenario en el que se basan tantas películas de ciencia ficción en las que las máquinas ya consideran a la raza humana como un obstáculo o una herramienta en su evolución, me vienen a la mente la saga Terminator o Matrix, por poner unos ejemplos populares.

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