Marina Abramović. La artista, el cuerpo y la mente.

*Llamaré «performance» a lo que realmente es una «representación» en castellano, quizá porque la primera palabra me da la sensación de englobar algo más y ser más «gruesa» que una simple representación.

Nacida en Serbia en 1946 en Belgrado, perteneciente entonces a la antigua Yugoslavia. Dedicada al performance artístico durante los más de 40 años que ha durado su carrera, su expresión artística está enfocada hacia la interacción con la audiencia, con su cuerpo y con su mente, llevando este arte a sus extremos y siendo una piedra angular en este tipo representaciones.

Contando con que desde el principio ya empezó fuerte poniéndose a prueba para experimentar con la audiencia y con sí misma, me cuesta mucho omitir algunas performances ya que a cada una se le puede sacar algo significativo, bien por la propia explicación e idea que lleva asociada como por la representación cruda de muchas de ellas.

Performances que más me han gustado:

[1974] Series Ritmo: Ritmo 10. Ritmo 5. Ritmo 2. Ritmo 0.

Ritmo 5

En esta performance, Marina Abramović buscó canalizar la energía del dolor corporal extremo mediante el uso de una gran estrella mojada en petróleo, la cual encendió al inicio de la actuación. Mientras está fuera de la estrella, Abramović se corta las uñas de las manos, los pies y su cabello, lanzando los recortes a las llamas, generando estallidos de luz. En el acto final, salta al centro de las llamas, perdiendo el conocimiento debido al humo y la falta de aire. Algunos espectadores notaron su desmayo cuando el fuego se acercó demasiado a su cuerpo inerte, interviniendo un doctor y varios miembros de la audiencia para sacarla del lugar inconsciente. Bastante fuerte.

Ritmo 0

En esta ocasión, su cuarte perfomance de la serie experimentaba directamente con el público, siendo éste la parte activa del performance y ella teniendo un rol pasivo en el mismo y permaneciendo impasible. Ella dispuso en una mesa una serie de 72 objetos que podían dar placer o infligir dolor, entre los que se hallaban unas tijeras, una pistola cargada, un pintalabios, un tenedor, cuchillos y un látigo. La gente al principio se mostró cortada y pudorosa, pero poco a poco fueron experimentando con ella de manera más agresiva, le rasgaron la ropa, quedó medio desnuda, la encañonaron con la pistola, alguien le hizo un pequeño corte y bebió un poco de su sangre… La artista concluyó su investigación tras haber experimentado en su propio cuerpo la cohibición, el pudor, la tiranía y la dominación humana.

A partir de aquí se trasladó a Ámsterdam en 1976 y comenzó una relación con también otro artista de performance germano-occidental Uwe Laysiepen, conocido como Ulay, ambos nacidos el mismo día, de distintos años. Juntos formaron el conjunto «The Other» (el otro) que se interesaban en diversos patrimonios culturales y ritos. Vestidos de manera similar y comportándose de manera similar empezaron a realizar performances con la audiencia.

[1976] Relación en el espacio

En esta ocasión, 2 cuerpos desnudos se cruzan de frente, rozándose al principio cual planetas en el espacio y subiendo poco a poco la velocidad aumentando la «colisión» y chocando finalmente, produciéndose un resultado de la mezcla de la energía masculina y femenina en un tercer componente llamado «that self» (eso mismo).

[1976] Relación en movimiento

Sobre una superficie de un museo con suelo de mármol, se montaron en un coche de la policía francesa y comenzaron a dar 365 vueltas en círculos, Ulay conducía y Marina llevaba un megáfono y gritaba el número de vuelta que llevaban. Querían experimentar la relación límite entre el hombre y la máquina. Tras 16 horas dando vueltas el motor del coche se quemó y empezó a dejar círculos negros en el suelo que ellos pensaron que eran años imaginarios.

[1977] Relación en el tiempo

En esta ocasión Marina y Ulay permanecieron sentados de espaldas en silencio durante 17 horas con sus pelos enlazados. Sólo durante la última hora hicieron participar a la audiencia. Se necesita una fuerte resistencia física y mental para permanecer en una postura tantas horas y no hablar siquiera con la otra persona. Su investigación trataba sobre la paz del cuerpo y la mente y la relación armónica entre los seres humanos. Aquí se nota la influencia de John Cage en ambos y la meditación oriental antigua donde la mente domina el cuerpo y donde en ciertos niveles de meditación hay un estado de «actividad dentro de la inactividad», dándose otra vez visualmente la polaridad entre lo femenino y lo masculino.

[1977] Impoderabilia

Aquí se colocaron desnudos uno enfrente de otro en la puerta de un museo dejando un estrecho espacio entre ellos donde la gente pasaba al mismo, eligiendo con quien apretujarse de frente con uno de ellos. Experimentaban con el umbral de la conciencia humana y la performance duró 3 horas hasta que llegó la policía.

[1977] La muerte misma

Sentados uno enfrente al otro y con sus bocas unidas y las narices bloqueadas por filtros de cigarrillos, llevaban unos micrófonos en sus gargantas. Cada uno respiraba el aire del otro lo que abocaba a que ambos fueran cada vez respirando un mayor porcentaje de dióxido de carbono en cada ciclo intercambiado y finalmente y de manera cada vez más fatigosa cayeran desmayados por ahogo mutuo a los 17 minutos, siendo una performance corta al hacer intervenir la carencia del elemento de la vida, el oxígeno del aire. Se experimentaba sobre lo que puede apoderarse de la vida de una persona, intoxicarla y destruirla. También hubo un performance inverso menos espectacular, relacionado con alimentar y oxigenar a la otra persona en el Stedelijk Museum de Amsterdam.

[1980] Energía que descansa («Rest energy»)

Ambos sujetan un arco tensado con una flecha que apunta al corazón de Marina, el balance entre la fuerza de tensión de uno y el otro permite que la flecha no se lance, llevaban micrófonos en sus pechos que revelaban sus acelerados y descontrolados latidos. En este performance, al igual que «Ritmo 0» Marina lo pasó muy mal ya que no tenía control sobre la representación y estaba todo en manos de Ulay. Esta experiencia reveló la confianza completa que tenía uno en el otro.

[1988] The Lovers

Marina y Ulay realizaron uno de los performances más emblemáticos como pareja representando su desgaste físico y emocional recorriendo cada uno unos 2000km en la Muralla China desde 2 extremos y encontrándose tras 90 días de viaje para formalizar el fin de su relación de una manera adecuada, romántica y tras un viaje espiritual y místico que ponía fin a años de amor, respeto, complicidad y creatividad que dieron como resultado uno de los mejores dúos artísticos de todos los tiempos que nos brindaron momentos brillantes en la historia del arte.

[1997] Balkan Baroque

En la Bienal de Venecia, situada en un espacio con vídeo en 3 pantallas donde aparece ella, su madre y su padre proyectados, hay 2 fregaderos de cobre y un baño de cobre, sobre una montaña de 1500 huesos de ternera (2700Kg) limpia con agua cada hueso mientras canta canciones de su infancia. Intenta transmitir lo crudo y nefasto de la Guerra de los Balcanes junto con el olor putrefacto para la audiencia. Esta performance le valió el premio a la mejor artista en la Bienal de Venecia.

[2010] The artist is present

En marzo de 2010, el Museo de Arte Moderno (MoMa) inauguró una retrospectiva de Marina, que abarcaba desde la década de 1970 hasta la actualidad. La exhibición incluyó vídeos, fotografías, documentos y una instalación cronológica con recreaciones de acciones anteriores de Abramović. La artista presentó su performance más largo hasta la fecha, durando 716 horas y media, unos 62 días, sentada frente a una mesa en el museo, mientras los espectadores podían sentarse frente a ella. Esta performance fue transmitida en vivo por Internet y acompañada por vídeos de otras acciones, talleres y entrevistas cuando el museo estaba cerrado. A pesar de la falta de comunicación verbal, la participación del público era esencial para completar la acción y tener una experiencia personal con la obra de Marina. Durante la inauguración, Ulay, compañero de Marina durante 22 años, participó sorpresivamente en la acción. El vídeo que recoge estos momentos me dejó impresionado, las miradas y finalmente la ruptura de la impasibilidad de Marina ante esta gran sorpresa, la vida… sobrecogedor.

La artista considera que los performances prolongados permiten una mayor transformación física y mental, invitando al público a reflexionar sobre el presente. La performance duró 62 días y fue despedida con una ovación de 13 minutos por la audiencia.

Mi admiración frente a este tipo de expresiones artísticas, pese a no ser un gran seguidor de las performances en general, ha crecido mucho proporcionalmente a mi admiración por Marina Abramović, su obra, su arte y su vida.

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