Pequeña reseña sobre esta distro. Experimentar con un cambio de distro de escritorio como es Linux Mint en su sabor basado en debian testing (LMDE) es excitante. Ubuntu funciona bien, cada vez menos, pero en general va muy bien. El marrón lo odio y Unity más con lo cual le dí una oportunidad al cambio. Me sumo sin duda a los que se refieren a Linux Mint como un «Ubuntu mejorado» o un «Ubuntu hecho correctamente».
Resumen de cosas que he notado en 1 mes:
+ Rápida: Todo funciona ligeramente más rápido que en Ubuntu.
+ MATE: El sistema de ventanas basado en un retro Gnome 2 con esteroides… sólo ahora me doy cuenta de lo que lo echaba de menos, con el Window Manager no se juega, puedes llegar a cansarte de cosas demasiado experimentales, léase gnome shell, sí, en esto podría haberme vuelto un poco conservador, MATE cumple con notable. También está Cinnamon pero me gustó menos por ser más recargado para hacer lo mismo que MATE.
+ Herramientas propias: Una serie de herramientas propias que ayudan al usuario doméstico a familiarizarse y manejar el entorno y los paquetes, mintInstall, mintUpdate, mint….
+ Debian Testing: Al estar basada en debian testing tengo un software compatible con infinita cantidad de programas y una actualización notable de todos ellos sin molestas derivaciones y complicaciones en la instalación de cosas específicas.
+++ Comunidad: El alma de Linux Mint es que los desarrolladores escuchan a los usuarios y las «peticiones» populares son implementadas de una manera rápida y eficaz. Vota y lo tendrás, eso se nota en muchas cosas como herramientas de desarrollo propio e infinidad de detalles menores.
Es por todo esto por lo que ya es un hecho que Linux Mint queda como la mejor distro de escritorio del último año.
Migrando máquinas… bueno, son 3 y sólo me queda una. Es que uno es un esclavo de las modas, necesitaba una excusa para cambiar del odioso marrón a un frescor verde 🙂